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La danza es comunicación
En el vibrante universo de la danza, donde cada movimiento es una historia en sí mismo, la palabra se convierte en un puente que une el arte con el espectador. En este fascinante episodio 69 del B>Podcast, el Director Artístico de BIDE, Sebastián García Ferro, se sumerge en una conversación reveladora con Mercedes L. Caballero, una periodista especializada en información y crítica de la danza, cuya pasión por las palabras la ha llevado a explorar los límites de la expresión artística.
Sebastián: Originalmente ¿eres de Madrid? ¿Vives ahí? para la gente que quizás no te conoce o no sabe de ti.
Mercedes: No, yo nací en Córdoba. Y me vine a Madrid con 18 años, hace muchos ya, a estudiar periodismo, y pues aquí sigo.
Sebastián: ¿Quién eres? ¿Cómo definirías a esta Mercedes? En este día de diciembre del 2023, ¿cómo te describirías?
Mercedes: Esta Mercedes está saliendo de un buen trancazo que se ha pillado para terminar el 2023. Y, además de eso, pues una mujer normal y corriente que tiene una relación bastante especial u obsesiva incluso, con la palabra. Con las que leo y con las que escribo, y poco más. Llena de contradicciones supongo, como la mayoría de la gente ¿no? a mí me cuesta mucho definirme, soy así o soy asa. Porque yo creo que todas las personas somos de muchas maneras al mismo tiempo ¿no? o de manera casi simultánea.
Sebastián: y si tuvieras que nombrar alguna de esas simultaneidades ¿cuáles nos podrías compartir?
Mercedes: Pues, puedo ser una persona muy solitaria, que de hecho lo soy, que adora el silencio. Pero también puedo ser una persona que esté a gusto entre personas, personas indeterminadas.
Sebastián: ¿Cómo llevas esta esta relación entre estar con personas y en silencio?
Mercedes: Bueno la verdad es que bien, porque escribir es un trabajo muy solitario y muy silencioso, entonces, antes de escribir tengo que ir al teatro, si me voy a enfrentar a una crítica y lo ideal es ver un espectáculo de danza también en silencio. Entonces es algo que llevo bien, la verdad, creo que es perfectamente compatible. Yo creo que al final una elige profesionalmente a lo que se ve inclinada casi desde pequeña ¿no? y esta relación mía con las palabras es desde que era niña y hasta aquí me ha traído.
Sebastián: ¿Cómo es tu relación con las palabras?
Mercedes: Yo creo que, como decía Virginia Woolf, el lenguaje y las palabras que de verdad tienen un significado no se encuentran en los diccionarios (que también), sino nada hasta el ser humano y es inevitable que el lenguaje evolucione, al mismo tiempo que evoluciona la sociedad. Por ejemplo, yo tengo un conflicto grande y soy una gran defensora de la posibilidad de encontrar un nuevo neutro genérico, que no neutro masculino, que es al que llevamos pegadas años y años. Esto está causando como muchísimas reticencia, se están haciendo pruebas que parece que ninguna cuaja y últimamente me gusta hablar en femenino, con la a, porque pienso que engloba a todas las personas. En general, mi relación con la palabra es bastante abierta, como con el mundo. Intento no tener demasiados prejuicios, estar atenta a lo que pasa a mi alrededor. Eso no quiere decir que luego de repente haya tendencias o modas alrededor de las palabras, que me pongan un poco nerviosa. No sé si tú te has fijado Sebas, pero en la danza también pasa, en las artes escénicas, que de repente se ponen de moda palabras y se usan y se usan y se usan… hasta que acabamos cogiendoles manía. Pues estoy pensando en “transitar”, que está tan de moda ahora.
Sebastián: “Transmitir”
Mercedes: Sí, hace unos años era “sinergia” todo…
Sebastián: “Hibridación” que fue una palabra que estuvo muy de moda.
Mercedes: También, entonces pues, como buena friki de las palabras, tengo también mis fobias, tengo mis obsesiones e intento estar pegada a una evolución, pero desde luego que esa evolución no sea pura tendencia. Aunque, también confieso que al final acabo usándolas ¿no? sin más remedio. Yo tengo una relación con la palabra de amor y dolor, creo que es la única relación que se puede tener con algo que te entusiasma tanto y que te obsesiona tanto. De amor, porque para mí, si algo no está registrado con palabras, es como que casi no existe; a veces me cuento cosas a mí misma para recordarlas. Y de dolor, porque lo de buscar las palabras adecuadas, yo creo que es un acto muy difícil y muy ingrato en muchas ocasiones.
Sebastián: Sí, puede ser ingrato y puede ser también desafiante. Hablas de las palabras que se ponen de moda para describir según qué cosas y que atañen a ciertos estilos, a ciertas formas de pensar, pero, que realmente después se ponen en un lugar que terminan en el desuso. Como si la palabra tuviera la misma caducidad que tienen los aparatos que nos compramos ¿no? que tienen la obsolescencia programada, la ropa inclusive. ¿Cómo ves hoy la relación entre esta palabra, este estar, esta acción, este observar, este escuchar? Desde tu punto de vista…
Mercedes: En general, todo lo que tenga que ver con apertura, con evolucionar, con crecer y con integrar a todas las personas, para mí está bien. Todas estas nuevas formas de trabajo, de investigación, alrededor de encontrar un género neutro que nos englobe a todas las personas, independientemente de cómo nos sintamos, de género etcétera etcétera, me parece bien, además no creo que sea tan difícil. Hay idiomas como el sueco, por ejemplo, donde llevan años utilizando una tercera persona del singular, completamente impersonal y de hecho, en los estudios académicos están obligadas y obligados a utilizar esta tercera persona, entonces por ahí bien. Luego, expresiones como la que se puso de moda hace unos años de “maravilla” sin el qué “Oh maravilla” bueno, eso va unido a lo que conlleva cualquier otro tipo de moda. Para mí tiene que ver con algo pasajero, allí en ese sentido sí que me sale como la Rottenmeier ¿no? y digo ¡no! maravilla no, maravilloso/maravillosa o ¡qué maravilla! Hay una cosa que sí que me molesta de todo esto y que tiene que ver con eso que hablábamos de la tendencia y de la moda. Normalmente la tendencia y la moda, que está fenomenal, pero se suele quedar como una capa superficial de las cosas y pasajera, en este caso. Yo no sé si tú te has fijado, pero yo creo qu,e hoy en día, se puede construir un discurso absoluta y completamente vacío, que no diga realmente nada, pero que parezca todo lo contrario. Porque precisamente se usan esos términos que molan tanto, como silenciar, transitar, etc. En general, a mí no me interesa la capa superficial de las cosas, y además, me molesta mucho la pose.
Sebastian: Bueno, no eres la única. Y me lo dejas un poco agudo para preguntarte ¿dónde está.. ahora estoy concentrado un poco en tu trabajo, pero todo esto que nos estás contando, nos permite conocerte un poco más, y tu mirada, antes de entrar en una de las acciones que haces ¿no? que es observar también a partir de escribir, y de las muchas más aparte de escribir y observar, pero ¿Cómo ves el tema de la sustancia? Esto que hablabas, yo le llamo sustancia, pero ¿dónde está la profundidad hoy? en la palabra y sobre todo, en la palabra en cuestión del acto escénico, desde tu punto de vista
Mercedes: Bueno, la profundidad para mí está en todo aquello que no se quede en lo anecdótico, aquello que te pueda llevar a capas y capas de lecturas. O que te ofrezca una lectura diferente, donde una persona como espectadora pueda reconocer un trabajo de investigación real. Una búsqueda e incluso, aunque el resultado luego no sea del todo pertinente o que tenga fallos, por supuesto, que tenemos todos, que no te interese o que te lleguen menos. Pero si hay verdad, si hay honestidad, otra palabra que se ha explotado muchísimo, verdad, verdad verdadera, verdad de la buena, que tú veas que ahí hay un interés por llegar a algún sitio, y sobre todo que hay un compromiso. Para mí es muy importante el compromiso, de la coreógrafa o coreógrafo con su obra, del intérprete, del escritor/escritora con lo que esté escribiendo, de Sebas con este podcast. El compromiso es importante ¿Cómo de serio te tomas tú tu trabajo? ¿Cómo de serio me estás tomando a mí que estoy al otro lado y que estoy recibiendo tu trabajo? no sé si te he contestado…
Sebastián: Sí, por supuesto, sí, sí y coincido. El compromiso es muy importante, aparte a mí me gusta mucho en algunas cosas usar el inglés, porque en inglés compromiso es commitment, pero no es solamente compromiso. El commitment implica que hay también un cuerpo que está detrás de ese compromiso. Se habla mucho, me voy a poner en plan políglota, pero, el commitment por ejemplo, en un arte marcial como el Aikido es fundamental, porque es un diálogo. Entonces, si no está el cuerpo detrás de ese movimiento, no hay diálogo. Y te quería preguntar ¿qué sientes? que es también algo que le preguntamos a otros invitados ¿Qué es lo que traes al mundo de las artes escénicas? Al mundo escénico y al mundo de las letras ¿Qué es eso que sientes que es tuyo?
Mercedes: Pues, quiero pensar que es algo que compartimos diferentes compañeras de profesión, periodistas especializadas en danza, que no somos muchas en el país. Tiene que ver con lo de darle visibilidad y presencia a la danza, desde los medios de comunicación, desde la palabra, que es algo muy importante. Yo creo que, en este sentido, la danza, la creación contemporánea de danza en la actualidad, en cuanto a lo artístico, goza de muy buena salud, pero en cuanto a lo demás, no tanta. Y uno de los problemas que tiene es esta falta de presencia, esta falta de visibilidad. Esta cosa que hay todavía alrededor de la danza, para algunas personas, es asociarla con una especie de alta cultura. o de cultura para entendidos, para gente especializada. Ayer, por ejemplo, una estudiante de periodismo, me preguntaba, bueno, me hacía una pequeña entrevista para una asignatura que tiene, a ella le interesa la danza y me decía "¿Qué tiene que tener un periodista o una periodista de danza?" y le decía, ser periodista.
Sebastián: Claro.
Mercedes: A un periodista deportivo no se le exige que sea futbolista profesional, pues hará su trabajo en cuanto más separado de la materia, pero, sobre todo, llevando a cabo los principios del periodismo, que al final, pasan por comunicar lo que uno tiene entre manos. Con la danza pasa lo mismo.
Sebastián: Y ¿Qué sientes dentro de tu trabajo de transmitir en palabras algo vivencial? que es así, como a ti te ha pasado, has visto seguramente un montón de vídeos de danza que no es lo mismo que verlo en vivo. Lo mismo con un concierto de música, lo mismo con una obra de teatro ¿Cómo es este trabajo en reproducir en palabras algo que está ligado al movimiento y a la puesta en escena? y ¿cuánto hay de subjetivo/objetivo en lo que recibes? Osea ¿cómo es el momento que te sientas? y dices bueno, yo he venido aquí a ver la obra, pero, también tengo que escribir una crítica, es como dos cabezas, sería, o quizás más. No sé si se entiende la pregunta.
Mercedes: Sí, sí, sí. Es completamente subjetivo, no existe el periodismo objetivo. Un profesor o profesora creo que se empeña en diferenciarlo en la universidad, todavía, pero no es real. Desde que tú eliges ir a ver un espectáculo de danza, en este caso centrándolo en el periodismo de danza y no otro, estás siendo completamente subjetiva. Ya sea porque te lo encarga tu periódico, o porque a ti te apetece cubrirlo, por los motivos que sean. Para mí fue muy importante desde el principio entender que mi trabajo no consiste en traducir un lenguaje eminentemente corporal, al lenguaje de la palabra. Y bueno, y esto afortunadamente me lo dio también los estudios que hice doctorado, no terminados, no pude terminarlos, en semiótica, en semiología. Esa construcción de un texto, continuamente, a partir de otro texto. Es decir, cuando se escribe una crítica, una entrevista o un reportaje etcétera, de algo tan ajeno a la palabra, en principio, como es la danza que se cierne al cuerpo, lo que estás haciendo es construir un texto a partir de ahí, pero tú no estás traduciendo literalmente nada. Puedes ser más o menos acertada, puedes ser más o menos sensible a lo que te están contando, entenderlo de esta manera o de la otra, que te interese hacer un periodismo de verdad e independiente al margen de titulares y clickbaits, todo eso cuenta. Pero, estás haciendo otra cosa, otra cosa diferente, a partir de algo muy concreto, con el último fin de comunicar. Si entrevistas a Estévez y Paños, que es una de las últimas entrevistas recientes que he hecho para el país, intentar que la gente que no les conozca (si hay alguien que no les conoce) pues se lleve una idea muy aproximada del trabajo que hacen.
Sebastián: ¿Cómo sientes que está el discurso? ya que hablas de danza, aprovecho, y que tienes la posibilidad como nos pasa a algunos de nosotros, de ver muchas obras al año. ¿Cómo sientes que está.. y no hablo a nivel español, lo que has observado estos últimos tiempos, que está la creación contemporánea?
Mercedes: Pues yo creo que la creación contemporánea goza de muy buena salud, creo que lo comentaba al principio, no tanto otros aspectos que la rodean. A mí me interesa habitualmente lo que voy a ver, creo que hay bastante compromiso con lo que se hace, sobre todo en este país. Luego, está el hecho de que al final lo que vemos es porque está en manos de unas personas que programan, unas cosas u otras. Y también hay tendencias, fíjate, qué pena ¿no? hay tendencias y al final pues, hay una serie de programadoras y programadores internacionales que deciden cada año quiénes son los que molan y los demás se dedican a programarlo a veces se acierta y otras no. A veces eso actúa como una especie de obstáculo colectivo para que se puedan conceder otras cosas. Yo creo que la danza es comunicación, y como en todo acto comunicativo, entramos muchísimas personas: están los artistas, los creadores/creadoras, los bailarines, los músicos etcétera. pero luego también está aquí el programa que es algo muy importante, está el público, todo un trabajo alrededor del público; no sé si de acompañamiento, que es otra palabra así, de estas de moda.
Sebastián: Tenemos que hacer en otro podcast, un decálogo de las palabras de moda, cuando nos veamos en persona, porque hay que hacerlo.
Mercedes: Listo, a mi esas cosas me divierten mucho. Y luego estamos los periodistas, quiero decir, entran en juego tantos factores, tantas personas que ese compromiso del que hablábamos antes, no solo tiene que ser del artista con su obra, sino también del periodista con su texto, del público. Habitualmente doy un taller de espectadores, yo lo he llamado “espectadoras responsables” quizás estuvo muy petardo, suena como muy pedante y tal. Pero es por el hecho de que el público también tiene una responsabilidad en este acto comunicativo ¿no?
Sebastián: Por supuesto.
Mercedes: Cuando nos acercamos a un espectáculo de danza, podemos ir con expectativas porque, de repente, el espectáculo anterior de esta persona nos encantó y queremos que esté en la misma línea. Las expectativas suelen llevar a la frustración o de repente salimos enfadados, pero ¿por qué estoy enfadada? Porque yo quería que pasaran cosas que no han pasado, pero ese es tu problema bonita, no es problema del creador. Quiero decir, todas las personas que participamos en un acto comunicativo como es el de la danza, desde el punto de vista artístico y desde el punto de vista social, tenemos nuestra parte de responsabilidad y está bien pararse un poquito de vez en cuando y reflexionar sobre ella.
Sebastián: Totalmente.
Mercedes: No se si a ti te pasa, pero puede que no te interese un espectáculo, pero ¿qué pasa cuando el espectáculo no te interesa y además te cabrea?
Sebastián: Sí, sí, sí, sí, bueno, también está cómo es el estado de cada uno cuando se sienta a verlo. Osea, a mí me pasa puntualmente que yo me sigo sentando, aunque también haga danza y monte obras, como un espectador a ver que me cuenten algo, aunque sea lo más abstracto del mundo. Es como ir a ver una peli y decir "yo la toma la hubiese hecho distinto". Tú te sientas a ver una peli, te gusta, no te gusta, te conectas, no conectas y ya, te mueve lo que te mueve. Esto pasa mucho en nuestro medio de las artes escénicas, que piensas "yo lo hubiera hecho así o asá". A mí, por lo menos a día de hoy, sigo sentándome a ver teatro, danza o lo que sea, en vivo, pues a ver qué me cuentan. Y puede que hay días en los que me conecte, hay días que no. La sensación en este año que he visto muchas obras y de muchos países, también haber asistido a muchísimos foros internacionales, que hay un gran acento y esto no es una moda, porque lo he visto en compañías de todos lados, en la interpretación y la calidad interpretativa, pero muy poco contexto en la coreografía. Unos bailarines que hacen las cosas maravillosas ¿no? que de la nada hacen un flic flac en el aire, no sé, cosas así. Pero poca sustancia coreográfica, que a fin de cuentas, es la gran herramienta. Y lo mismo pasa con la vinculación, digamos, yo no saqué conclusiones, pero una de las cosas que me pasa es, siguiendo como el Xu shuang lo que dice esto de las no cosas, la falta de compromiso que hablabas antes, y el momento este tan falto de profundidad que vimos en la modernidad, con la hipercomunicación en la cabeza, la cosa de la rapidez del tiempo que no alcanza etcétera. No sé cuál es tu take en esto, pero me gustaría compartirte/preguntartelo ¿Sientes qué pasa esto?
Mercedes: Sí, no lo sé, me gustaría decirte que estoy de acuerdo contigo pero, creo que me falta información. Y fíjate que veo danza, porque es mi trabajo, pero aún así creo que para hacer un diagnóstico tan tajante o tan general, necesitaría haber visto mucho más de lo que he visto. A mí personalmente me interesa muchísimo la interpretación, por supuesto interesa muchísimo el discurso, en general para mí va todo unido. No se trata de repetir de manera mecánica con otros bailarines algo que se quiera contar. Yo aprecio muchísimo cuando este compromiso no solo es del creador o de la creadora, sino también de los intérpretes, y eso se nota. Cuando se trabaja en conjunto desde el principio, cuando intérpretes que suelen trabajar con esa persona habitualmente, para mí va de la mano, es como la escritura ¿no? la forma y el fondo nunca se separan.
Sebastián: ¿Hacia dónde ssientes que van estos discursos? Desde tu óptica, al haber visto tantas cosas.
Mercedes: Sí, sí, pues, no sé yo si sería capaz de agruparlos por temática, de lo que está pasando. Creo que hace años se establecieron unas corrientes muy claras y unos discursos muy claros de quién trabaja qué. Estoy pensando, por ejemplo, en todo el movimiento belga, los desaparecidos al este de Label, luego Pepin Town, que los hemos visto de por aquí por Barcelona también, no identificado por supuesto, desde hace tanto tiempo, sí que siento como que en este momento, no hay un. Siento que, por una parte, hay compañías que están intentando seguir una estela de lo que funciona a nivel internacional, pero eso siempre ha pasado, nadie inventa nada. Por mucho que queramos pensar que estamos inventando algo con nuestra visión, bueno, se inventa desde el momento en el que es algo personal que sale de ti, pero una no se puede separar de su propia enciclopedia, de lo que tiene la cabeza, de lo que ha leído, de lo que ha visto, de lo que le mola, de lo que no, etcétera. Entonces, por un lado yo diría que hay creadores y creadoras más preocupados por estar en esa corriente internacional y luego otros creadores y creadoras que están más preocupados por su propia búsqueda y por ese compromiso con uno mismo, aunque no sea tan programable, ni llene tantos teatros. No sé si te he contestado, Sebas.
Sebastián: Muy muy claro, muy claro, esto da para abrir otra otras líneas de preguntas. Para ir terminando, nosotros tenemos una nueva costumbre este año que es que cada invitado o invitada le deja una pregunta al que sigue. Nosotros ya estamos terminando, mañana vamos a grabar el último podcast del año, con el que cumplimos 70, que son un montón en tres años. Y antes de decirte la que te dejaron a ti y quién te la dejó, sin saber quién va a ser, porque creo que no te lo he adelantado, ¿qué pregunta le dejarías a la persona que vamos a entrevistar mañana?
Mercedes: De hecho, pues mira, yo creo que, como hemos estado todo el rato a vueltas con las palabras, me gustaría pedirle que elija una palabra que le guste por lo que sea, por como es fonéticamente o por el no identificado de la P, si lleva una P, por lo que sea, pero que al mismo tiempo la pueda ubicar en este 2023 que termina.
Sebastián: A ti Mercedes, te deja una pregunta José López Espinosa, que ya se conocen. José dice ¿Qué le despierta aún a Mercedes las ganas de jugar?
Mercedes: Uy, pues las palabras, por ejemplo, una misma. Yo soy una gran jugadora así en general, incluso en silencio en el sofá mirando por la ventana. Y luego una perra maravillosa que tengo, que se llama Fica, que tiene casi tres años y que ella necesita jugar. Para ella es una necesidad como comer y como dormir, porque es toda una cachorrina y hay que jugar mucho con ella.
Sebastián: Por supuesto, pues muchísimas gracias a Mercedes por regalarnos un ratito de tu tiempo y permitirnos conocerte un poquito más. Sobre todo las personas que están escuchando. Y aparte, porque es la primera vez que hablamos con una periodista de danza, así que es toda una super, voy usar la palabra en inglés, joy, así que por un lado alegría y jugar.
Mercedes: Sí, muchísimas gracias el placer ha sido mío, muchísimas gracias y enhorabuena por el trabajo que hacéis."
Al concluir nuestra entrevista, queda claro que Mercedes L. Caballero es mucho más que una simple periodista de danza. Es una narradora apasionada, una exploradora intrépida y una defensora incansable del poder de las palabras para transformar el mundo que nos rodea. A través de su voz, descubrimos un universo de posibilidades donde la danza y las palabras convergen en un abrazo eterno, creando un espacio donde la belleza y la verdad se entrelazan. Que esta conversación nos inspire a explorar los límites de nuestra propia creatividad y a encontrar la belleza en cada palabra que escribimos o bailamos.
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